Bizcocho de Plátano y Pepitas de Chocolate

El Bizcocho de Plátano y Pepitas de Chocolate es el epítome de la comodidad culinaria. Es un postre sencillo, increíblemente húmedo gracias a los plátanos maduros, y con el toque decadente y crujiente de las pepitas de chocolate que se derriten ligeramente en cada rebanada. Es la forma perfecta de darle una segunda vida a esos plátanos que ya están demasiado maduros.

Esta receta no solo es fácil y rápida de preparar, sino que su aroma mientras se hornea inunda la casa, creando una atmósfera acogedora e irresistible. Es ideal para un desayuno reconfortante, la merienda escolar o simplemente como un dulce acompañamiento para el café.

La clave para el éxito de este bizcocho es usar plátanos muy maduros; cuanto más oscuros y blandos estén, más dulzor natural y humedad aportarán a la masa. El contraste entre la dulzura del plátano, el sabor a mantequilla del bizcocho y las pequeñas explosiones de chocolate lo convierten en un clásico atemporal.

Olvídate de comprar pan de plátano industrial; con esta receta casera, conseguirás un bizcocho esponjoso, denso y lleno de sabor que te recordará a la cocina de la abuela. ¡El bizcocho de plátano y pepitas de chocolate es el dulce perfecto para cualquier ocasión!

Bizcocho de Plátano y Pepitas de Chocolate: la Receta fácil y Clásica

Aprende a preparar el bizcocho más húmedo y delicioso que existe, con el dulzor natural del plátano maduro y el irresistible toque del chocolate.

Ingredientes de la receta

Para la Masa:
3 plátanos muy maduros (cuanto más oscuros, mejor)
115 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
150 g de azúcar moreno (o una mezcla de blanco y moreno)
2 huevos grandes, a temperatura ambiente
1 cucharadita de extracto de vainilla
250 g de harina de trigo todo uso
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/2 cucharadita de canela en polvo (opcional, pero recomendada)
1/4 cucharadita de sal
120 g de pepitas de chocolate negro o con leche

Tiempo de preparación

Preparación: 15 minutos
Cocinado: 50 – 60 minutos
Enfriado: 15 minutos
Total: Aproximadamente 1 hora y 30 minutos

Preparación del bizcocho de plátano y pepitas de chocolate paso a paso

Sigue estos sencillos pasos para asegurar que tu bizcocho de plátano quede perfectamente húmedo, esponjoso y lleno de sabor.

Paso 1: Preparar la base

Precalienta el horno a 175°C (350°F). Engrasa y enharina un molde de tipo plum cake o rectangular (aprox. 23×13 cm). En un bol grande, machaca los plátanos con un tenedor hasta obtener un puré rústico; no importa si quedan algunos trozos pequeños.

Paso 2: Cremar la mantequilla y el azúcar

En otro bol, bate la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar moreno hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Incorpora el extracto de vainilla y el puré de plátanos, mezclando hasta que se incorporen.

Paso 3: Integrar los secos y el chocolate

En un bol aparte, tamiza y mezcla los ingredientes secos: la harina, el bicarbonato de sodio, la canela (si la usas) y la sal. Vierte los ingredientes secos sobre la mezcla húmeda y mezcla suavemente solo hasta que la harina se integre. No batas en exceso.

Finalmente, añade las pepitas de chocolate (reserva unas pocas para la parte superior si quieres decorar). Usa una espátula para mezclarlas suavemente en la masa.

Paso 4: Hornear

Vierte la masa en el molde preparado, alisando la parte superior. Si reservaste pepitas, distribúyelas por encima. Hornea durante 50 a 60 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Si el bizcocho se dora demasiado rápido, puedes cubrirlo ligeramente con papel de aluminio durante los últimos 15-20 minutos de cocción.

Paso 5: Enfriar y servir

Una vez horneado, retira el bizcocho del horno y déjalo reposar en el molde durante 10 minutos. Luego, desmolda sobre una rejilla y déjalo enfriar completamente antes de cortarlo y servirlo. Esto permite que el calor residual siga cocinando el interior y mantiene la humedad. Disfruta tu bizcocho de plátano y pepitas de chocolate.

Consejos para que el bizcocho de plátano quede perfecto

Plátanos súper maduros: Este es el secreto de la humedad y el dulzor. Los plátanos deben estar casi negros para un sabor óptimo. Si no están suficientemente maduros, puedes hornearlos con piel a 150°C durante 15-20 minutos para acelerar el proceso.

No mezcles demasiado: Una vez que añades la harina a la mezcla, solo mezcla hasta que se integre. Batir en exceso activa el gluten, lo que resulta en un bizcocho más denso y gomoso.

Añade nueces: Para un toque extra de textura, añade 1/2 taza de nueces o pacanas picadas a la masa junto con las pepitas de chocolate.

Variantes de la receta

Bizcocho con un Swirl de Canela: Mezcla 1 cucharada de azúcar moreno con 1 cucharadita de canela. Vierte la mitad de la masa en el molde, espolvorea la mitad de la mezcla de canela, luego el resto de la masa y el resto de la mezcla de canela. Con un cuchillo, haz un ligero remolino (swirl) antes de hornear.

Glaseado de Queso Crema: Una vez frío, puedes cubrir el bizcocho con un glaseado simple hecho de queso crema, mantequilla, azúcar glas y un chorrito de vainilla para un acabado más lujoso.

Con qué acompañar el bizcocho de plátano y pepitas de chocolate

Este bizcocho combina a la perfección con bebidas calientes y un toque cremoso:

Una taza de café negro o un Latte espumoso.
Un vaso de leche fría.
Una cucharada de yogur griego con una llovizna de miel.
Para postre, puedes servirlo ligeramente calentado con una bola de helado de vainilla.

Cómo conservar el bizcocho de plátano y pepitas de chocolate

Gracias al plátano, este bizcocho se mantiene húmedo por varios días.

A temperatura ambiente: Envuelto en papel film o en un recipiente hermético, se conserva perfectamente durante 2 a 3 días. Si hace mucho calor, guárdalo en la nevera.

En nevera: Si tiene algún glaseado o si quieres prolongar su vida útil, se conserva bien por hasta 5 días.

En congelador: El bizcocho de plátano congela maravillosamente. Envuélvelo bien en papel film y luego en papel de aluminio. Se mantiene por hasta 3 meses. Descongélalo a temperatura ambiente.